Para definir el alcance global del procedimiento de ensayo armonizado a escala mundial para vehículos ligeros (WLTP), resumimos su concepto y evolución.
Panorama general
En los años 80 se diseñó el NEDC (Nuevo Ciclo de Conducción Europeo) para medir las emisiones de los coches. Debido a la evolución de la tecnología y las condiciones de conducción, ha quedado obsoleto. Por ello, la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas desarrolló el nuevo protocolo WLTP.
Mientras que la antigua prueba NEDC determinaba valores basados en un perfil de conducción teórico, el ciclo WLTP se desarrolló utilizando datos de conducción reales recogidos en todo el mundo. Por tanto, el WLTP representa mejor los perfiles de conducción cotidianos, pero sigue midiéndose en un entorno de laboratorio. El WLTP se desarrolló con el objetivo de ser utilizado como ciclo de pruebas global en diferentes regiones del mundo, de modo que los valores de emisiones contaminantes y de CO2 y el consumo de combustible sean comparables en todo el mundo.
Sin embargo, aunque el WLTP tiene un «núcleo» global común, la Unión Europea y otras regiones aplicarán la prueba de diferentes maneras en función de sus leyes y requisitos de tráfico por carretera. Por lo que respecta a Europa, la fase de transición hacia la plena aplicación de las normativas nacionales aún está en curso.
Impacto a tener en cuenta: reacción del mercado
Comparar la antigua y la nueva norma, en efecto, es como medir la temperatura en grados Celsius o Fahrenheit. El mismo «calor» (es decir, las emisiones de C02) se mide de dos formas distintas, en las que la norma WLTP equivaldría a la norma Fahrenheit.
En consecuencia, las medidas fiscales, como los impuestos de circulación relacionados con el C02 o los sistemas de beneficios en especie, afectarán más en general. Además, se espera que los gobiernos ajusten su nivel impositivo con mayor frecuencia.
Primeros cambios
Tras un periodo inicial de «espera», los operadores de flotas empezaron finalmente a tomar contramedidas en 2019, lo que dio lugar a las siguientes actividades:
- Revisar el mercado de OEM, aprovechando las marcas que mejor se adapten a su estrategia de política automovilística futura, equilibrando la visión de la cadena cinemática, las soluciones de movilidad y la evolución tecnológica.
- Revisar la oferta de los arrendadores, ya que, en función de las marcas, modelos o cadenas cinemáticas elegidas, el valor residual desempeñará un papel importante en la fijación de precios, al igual que el consumo «más realista» medido por el WLTP. El mundo y la oferta de leasing están cambiando rápidamente, lo que significa que las empresas necesitan encontrar el socio adecuado que ofrezca flexibilidad, el mejor valor de mercado a largo plazo, soluciones de movilidad y herramientas.
- Mantener la competitividad de la empresa rediseñando la política automovilística, garantizando que el paquete de RRHH, que incluye la flota, siga siendo atractivo, mientras que, por otro lado, se apoya la economía gestionando el TCO en consecuencia.
- Cambiar (parcialmente) a un enfoque de movilidad incluyendo otros servicios en el paquete de la flota. La inclusión del transporte público, los sistemas de coche compartido y los incentivos al trabajo a domicilio son algunas de las ofertas de movilidad más utilizadas.
- Actuar en torno a su programa de RSC (Responsabilidad Social Corporativa), en el que el medio ambiente es uno de los principales pilares que impulsan las iniciativas ecológicas generales.
Receta para la mudanza
Teniendo en cuenta todo el nivel de complejidad que afecta hoy en día a los gestores de flotas, no existe una «receta» general sobre cómo proceder. Sin embargo, para tener éxito, es esencial considerar cuidadosamente los siguientes puntos a la hora de proceder:
Implicar a todos los sectores desde una fase temprana, es decir, Recursos Humanos, Finanzas/Adquisiciones, Instalaciones/Flota, patrocinadores y partes interesadas.... y comunicarse a lo largo de todo el proyecto.
- Comprenda la situación actual y marque los aspectos que deben mejorarse.
- Evaluar la oferta del mercado (fabricantes y arrendadores) mediante un proceso de licitación exhaustivo.
- Paralelamente, redactar el documento sobre la política automovilística que apoyará y guiará la nueva estrategia de flota y movilidad.
- Escuchar a los empleados, por ejemplo mediante una encuesta Pulse.
- Gestionar el cambio y la futura implantación
Conclusión
Como resultado general, el WLTP no sólo generará una mayor fiscalidad, que habrá que gestionar, sino que seguirá provocando cambios drásticos en las políticas de automoción, lo que implica la necesidad de un proceso de revisión y ajuste permanente de todos los diferentes parámetros descritos anteriormente, así como una revisión continua de los posibles socios de servicios clave que permitan a cada empresa adoptar una estrategia de flota (y de movilidad prospectiva) flexible y sostenible.